¿Sabías que el 24 de enero es el Día Internacional de la Educación?
Cuando se habla de educación la mayoría de veces el tema es abordado desde la perspectiva de las oportunidades.
Y es que aunque la educación es un derecho y no debería de ser un privilegio, cabe destacar que, acorde a un informe de la UNESCO, 263 millones de niñas, adolescentes y jóvenes de edades comprendidas entre los 6 y los 17 años estaban sin escolarizar en todo el mundo en 2024. En el documento también se pone el foco en las disparidades relativas al acceso a la educación, como el sexo, el lugar en el que se nace y crece y el poder adquisitivo de las familias.
Desde SIC4Change hemos trabajado por generar plataformas que permitan el acceso a información y capacitación de la niñez y adolescencia. Por ejemplo, en Perú el año pasado ejecutamos “Desafío Meeka”, una iniciativa para promover el empoderamiento de la juventud peruana a través de capacitaciones que les permitieran desarrollar emprendimientos sostenibles, y anteriormente, con el proyecto “Yachay digital”, diversificamos el material educativo al que estudiantes de comunidades campesinas tenían acceso a través de la creación de una red interna, implementando bibliotecas digitales y una plataforma e-learning en 9 instituciones.
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Pero también abordamos un tema que condiciona la educación: la malnutrición.
Múltiples investigaciones han concluido que la malnutrición en etapas tempranas puede causar desequilibrios que inciden en el desarrollo cognitivo, teniendo un impacto tanto en el crecimiento y la función cerebral como en el rendimiento académico.
Sostienen que es importante entender que los efectos de la desnutrición se presentan a corto y largo plazo, en donde en un primer momento aparecen enfermedades físicas diarreicas, deshidratación, infecciones, pérdida de peso, trastornos hematológicos, cardiorrespiratorios, renales, entre otras- y más tardíamente aparecerán déficit de talla y disminución del cociente intelectual (Cortes, Buchanan, Vásquez Aguilera y Bobadilla, 2007; Ortiz-Andrellucchi, Peña Quintana, Beñacar, Mönckeberg Barros y Serra-Majem, 2006).
Durante los primeros 5 años de vida del ser humano ocurre el 50% del crecimiento y desarrollo del cerebro. En esta etapa se lleva a cabo el desarrollo celular, que condiciona la capacidad cognitiva el resto de la vida.
Además, como se mencionaba anteriormente, también hay efectos físicos. Acorde a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022, 149 millones de niñas y niños menores de 5 años tenían retraso del crecimiento (eran demasiado pequeños para su edad), 45 millones tenían emaciación (eran demasiado delgados para su estatura).
“Nutrientes como proteínas, omega-3, hierro, y zinc, son fundamentales para el desarrollo cerebral, ya que propician la formación de conexiones neuronales que fortalecen la memoria, el aprendizaje y la concentración. Actualmente, existe evidencia científica que demuestra la causalidad en la deficiencia de nutrientes durante la primera infancia, dando como resultado efectos irreversibles en el desarrollo cognitivo del ser humano. Una adecuada alimentación, en la que se consumen nutrientes esenciales, determinan la capacidad de aprendizaje de la niñez”, comenta Heidy Orozco, licenciada en nutrición y Coordinadora de SIC4Change en Guatemala.
Además resalta que para cada etapa de la vida hay recomendaciones puntuales respecto a la ingesta de alimentos, como la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses para posteriormente introducir alimentación complementaria rica en nutrientes, como carnes, legumbres, fuentes altas en hierro como carnes magras, hígado, ácidos grasos, frutas y verduras.
Esta información, así como los cuidados nutricionales y de otro tipo necesarios durante el embarazo son llevados por nuestro equipo desplegado en Guatemala, Perú y Mauritania a cientos de familias de poblaciones aisladas, principalmente indígenas.
Para lograr nuestro objetivo, en el programa SAVIA unificamos tecnología para un acompañamiento telemático y específico para el mes de gestación de la embarazada o edad de la niñez de las familias, con visitas físicas, capacitación y talleres que incluyen el acompañamiento para realizar un plan de parto, la preparación de recetas nutritivas con ingredientes locales y más.
Además, en NUT4Health, usamos una tecnología desarrollada por nuestro equipo para promover la búsqueda activa de casos de malnutrición y así poder conseguirles la atención adecuada antes de que los desequilibrios de la ingesta calórica y de nutrientes causen efectos irreversibles.
Por un mundo donde la niñez ejerza el derecho de la educación desde las mejores condiciones, ¡seguimos trabajando!
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