Hoy 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, el objetivo al que apunta la brújula de la organización desde su concepción. Por eso nos parece una fecha para contarte a detalle acerca de la cartera de proyectos que implementamos para transformar la vida de las personas en todos los lugares donde intervenimos.
En Mauritania, Nut4Health ha conseguido demostrar que las muertes por desnutrición son evitables y desde este año coordinamos la gestión de una emergencia nutricional en la región de Assaba, junto al Programa Mundial de Alimentos y al gobierno Mauritano.
En Perú, Savia, la plataforma para cambio de comportamientos que acompaña a mujeres para reducir la desnutrición materno infantil, ha beneficiado a centenares de mujeres de la selva central, donde los servicios de salud son una utopía debido a la imposibilidad de acceder al territorio por la falta de infraestructuras.
En Guatemala, centenares de pequeños productores están recibiendo información vía SMS para adaptar sus cultivos al cambio climático. Y en España más de 150 jóvenes en situación de vulnerabilidad han recibido apoyo para acceder a su primer empleo.
Estos ejemplos, entre muchos otros que componen esta memoria de labores del año 2023, han conseguido no solo generar un impacto demostrado, sino que han demostrado que pueden llegar mucho más lejos de manera masiva.
Por eso, este año hemos conseguido más fondos que nunca, que nos permitirán en 2024 llegar mucho más lejos y generar más impacto. Y lo hemos hecho, como siempre, haciendo filosofía a martillazos: demostrando que se puede hacer otra forma de cooperación, que la tecnología puede transformar (para bien) la vida de las personas, y que las alianzas con otros actores son clave para generar más impacto.
¡Seguimos!
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